Con la cabeza levantada hacia el cielo, respiró profundamente, bajo mi rostro sintiendo como el calor evapora cada porcentaje de agua de mi cuerpo, abro los ojos deleitándome del exuberante paisaje del que sea convertido mi vida, la veo desde las alturas como si fuera un valle el cual tiene diferentes matices, la niebla cubre una gran parte de él mostrándolo como un hábitat hostil pero sin quitarle lo bello que es, la fuerza del viento me empuja a caer nuevamente a ese camino ya recorrido, mis pies se pegan a las rocas como una salamanqueja a la pared, después de tanto meditarlo, decido darle la espalda a lo que ya viví sin olvidar todas las majestuosidades que me ha brindado, al voltearme veo un paisaje desconocido, las nubes no dejan ver el ecosistema que la vida me tiene preparado, la ansiedad a lo desconocido me hace perder un poco de agarre a las inclementes oleadas del viento, el miedo me hace pasar una mala jugada haciéndome creer que mi cuerpo sufre de vértigo, me agacho
Aspirante a escritor de literatura poco convencional.