Mi ansiedad se nota a flor de piel, no entiendo qué ha pasado conmigo, me convertí en lo que siempre había criticado, la desesperación trepa rápidamente los límites de mi estabilidad emocional, le suplico a un amigo que por favor me consiga un poco de sueño, me mira sorprendido por mi estado, trata de tranquilizarme con palabras que parecen más una confrontación que una ayuda, diciendo, marica usted nunca ha sido así, aterrice, que pasa papi?, lo desconozco, rompo en llanto haciendo gestos que se interpretan como un no sé qué está sucediendo conmigo, minutos después llega la hermana de mi parcero, el ya le había comentado la situación por varias charlas que habíamos tenido días anteriores, me saluda entregándome una bolsita con varios palitos, deseando de que me sirviera lo poco que me había conseguido, se despide saliendo del apartamento, no puedo esperar un segundo mas, abro el plástico con el anhelo de encontrar mi medicina, dándome cuenta que no ha sido nada para lo que necesito
Comentarios
Publicar un comentario