Agonizo en la desesperación, perdido en mi maldita ambición,
muerto en vida paniquiado por desaparecer de esta realidad, le tengo respeto a
la muerte por que todos iremos hacia allá, desconfió hasta de mi madre, en cada
paso dado la paranoia me acecha,
caminando, divirtiéndome, durmiendo siempre con mi mano derecha en mi correa,
al menor ruido o a la mínima sospecha, empuño a mi compañera, es ella la que me
ha salvado miles de veces, gracias a ella, he comido, trabajado y sentenciado a
una oscuridad absoluta, así desee tener pensamientos buenos, mi alma carcomida
por la frialdad de la vida me rechista mostrando mi verdadera realidad e ideal
que escogí para el resto de mi camino, sentado en la confortable soledad de mi casa,
recuerdo mis primeros pasos en este mundo sin maquillaje, tenía ocho años y vivía
con mi madre, teníamos bastantes carencias pero era un niño feliz, haciendo
planes para el futuro e imaginándome miles de posibilidades de lo que podría llegar
a ser, esa mañana mi vieja me levanto a las siete de la mañana a desayunar y
hacer tareas, se despidió en la mesa del comedor, saliendo para su trabajo como
empleada de servicio en una casa de unos
viejos adinerados, hice mi tarea, como
de costumbre, jugué con varias pinzas de ropa imaginándome que era una carrera
de automovilismo, me aliste para la escuela y almorcé donde la vecina que me vendía
el almuerzo todos los días, salgo para la escuela, tomo mis clases como
cualquier niño normal, era juicioso, tenía las mejores calificaciones, en ese
tiempo pensaba que si quería ser alguien en la vida tenía que estudiar, salimos a descanso, estábamos jugando pelota
con otros seis amigos más, cuando se unieron cuatro pelados de un curso
superior, nos divertimos por unos
minutos, cuando llevaba el balón, uno de los grandes me metió el pie, caí al
piso mientras me pegaba dos patadas en el estómago, me saco el aire, me puse de
pie y le hice reclamo, que era falta, el chino no acepto su error, empezó a
gritarme, tramposo, que era una niña, me volvió a golpear cuatro veces con el
puño en la barriga, suena el timbre a clase, en ese tiempo nunca había experimentado
ese sentimiento de impotencia y rabia, no puse cuidado a ninguna de la clases
ya que estaba más pendiente de mis emociones y de no llorar para no quedar como
un débil antes lo demás, suena el timbre
dando la salida, del salón soy el primero en salir, me situó al lado de la
virgen del patio principal, sale toda la manada de estudiantes como animales
sin dueño, veo al pelado, voy detrás de él, salimos del colegio, en ese momento
empuño un compás que tenía en el bolsillo, abalanzando mi mano hacia la espalda
de este abusador, siento como se entierra la punta filosa en su carne fibrosa,
lo hago por cinco veces, viendo como su sangre manchaba su camiseta blanca
mientras gritaba como cuando le pegas una patada a un perrito, me encanto ver
la sangre salir como buscando libertad, tomo la decisión de volverlo hacer por
dos repeticiones más, salgo corriendo mientras el guevon se queda llorando,
adolorido y preguntándole a los demás que había pasado, desde ahí, sentí la fascinación
por la sangre y la compulsiva adición de
ver el rostro con dolor, mi madre nunca se enteró de lo que hice, seguí con mi
vida normal por un año más, no necesitaba volver a herir a nadie, ya que en el
barrio era seguido que aparecieran muertos por las discordias entre pandillas o
por los encuentros entre vecinos, era la primera persona que salía a ver los occisos,
me encantaba el olor a sangre fresca, mi primo Jhony era uno de los integrantes
de la pandilla del barrio la esperanza, ahí vivía yo, entonces, la señal de que
había sucedido un asesinato, era ver correr a Jhony por el frente de la casa
con sus amigos huyendo de la policía o de la otra banda conocía, en esos
momentos mi hermano salía detrás de mi primo mientras yo corría a ver lo que había
pasado, no sé si era nuestro destino por vivir en el olvido de la sociedad o podíamos
cambiar nuestro futuro, pero ya a esa edad no tenía el pensamiento de hace un
año, poco a poco me fui acercando al círculo social de mi primo, ya no salía a
correr a observar los difuntos, si no corría llevando las armas homicidas, me
la pasaba más tiempo con ellos que con mi mama o en la escuela, para esos días,
mi madre ya se empezaba a preocupar por mi futuro, recuerdo que el diez de
abril que era el día de mi cumpleaños, Jhony me lleva a la casa donde tenían la
mayoría de las armas, diciéndome, marica, ya eres un hombrecito, nos has
ayudado mucho, pero ya es hora de que entres a la banda, mi felicidad era
indescriptible, iba a pertenecer a algo, el primo saca un puñal, me lo entrega
diciendo, con este amigo todos los del crew han empezado, feliz
cumpleaños, si hace la vuelta bien, el
inicio de sus diez años será perfecto, podrás ganar un buen dinero, cojo el
cuchillo , salgo corriendo hacia mi casa, entro a mi cuarto, veo esa cacha marrón
siendo el inicio de esa hoja larga y delgada, con un filo que cortaba cualquier
cosa que se le pusiera en el camino, me cambio de ropa, empuño ese utensilio guardándolo
en el bolsillo de la sudadera, salgo de mi casa decidido a empezar mis diez
años como un hombre, el trabajo que me había puesto Jhony, era apuñalar y
asustar a uno de los recién integrantes de la pandilla del barrio de frente,
era un peladito de doce años, sabia donde lo iba encontrar, me dirijo hacia la
cancha de futbol, preciso, él estaba jugando con otros pelados, me agarro del
alambrado que rodeaba la cancha con la cabeza rozando el alambre, no sé si fue
suerte, de repente me llaman a jugar con ellos, entro a la cancha y pido ser
arquero del equipo contrario, pasaron unos ocho minutos, el objetivo venía con el
balón, yo estaba solo, salgo corriendo hacia el para quitarle el balón, en ese
momento, saco el puñal contra el pecho del sujeto, haciéndole cuatro heridas en
un momento, lo empujo votándolo al piso y salgo corriendo de la cancha mientras
a mis espaldas se escuchaban gritos y llantos, subo como alma en pena hasta
donde estaba mi primo, le digo, listo la vuelta, cuatro apuñaladas en el pecho,
Jhony soltó la risa replicándome, malparió la idea no era que lo matara, pero
perfecto, por el momento váyase para la casa y si le dicen algo, diga que nadie
lo mando y que usted no hizo nada, regreso a mi casa, a la hora tocan la puerta, era mi mama con
tres policías detrás, me regaña, me golpea y los policías me preguntan qué
paso, respondiéndoles, nada, yo estaba jugando y el empezó a sangrar y corrí
asustado, me hacen ir con mi mama a la estación de policía, donde me hicieron
un registro en el libro de antecedentes y me mandarlo a la casa porque no me podían
hacer nada por ser menor de edad, eso sí, llegue a la casa y la cucha me casco
como si no hubiera un mañana, me repetía, ese pelado está muerto, a usted que
le pasa Édison?, así paso un año, cada vez
me alejaba más de mi familia, acercándome aún más a la pandilla, robaba cuando
se podía, guardaba armas como era de
costumbre, un día que robe con otros tres pelados a un joven en el centro de la
ciudad, iba entrando a la casa, cuando mi cucha me recibe con una cachetada, echándome
de la casa, se enteró del robo porque al chino que robamos era el hijo del
señor donde ella trabajaba, pobre vieja, lloraba sin cesar por la acción que estaba
haciendo, pero la entiendo, en ese momento me entre más en este mundo, le pedí
asilo a Jhony, al otro día me asignaron
una vuelta, hicimos inteligencia con el otro man por casi dos días, era fácil espiar
porque nadie sospecha de un culicagado de doce años, era el momento justo, prendió
la moto y arrancamos, era el responsable de que las balas hicieran su trabajo,
pasamos por el lado del carro, saco el arma, la coloco casi de frente del
futuro occiso, disparando en tres
ocasiones, dos entran en la cara y uno
abre campo en el cuello, vuelvo asentir esa fascinación por ver la muerte apoderándose
de un cuerpo, a pesar de la velocidad de la motocicleta puedo captar cada
movimiento corporal y del rostro del pobre maldito que morirá por mis manos, regresamos
al barrio, nos escondemos por varios días, en eso, entra mi primo, diciendo,
marica, su hermano esta con el otro bando, me levanto rápidamente no creyendo
esa noticia, salgo de la casa con un cuchillo en mi pantalón, bajo las escalera
como si practicara downhill, llego a donde estaba mi hermano, lo llamo, Antonio,
llega todo alzado , lo cojo del cuello diciéndole, a usted que le pasa hijo de puta,
no siga mi camino, no ve que esta marica vida no es bonita, me responde, si no
es bonita por que no se sale, mi mama muchas veces le ha dicho, de malas es mi
vida, le pego un puño en el estómago, en ese momento los de la otra banda se
paran a defenderlo, grito fuertemente, el que se meta lo mato, es mi hermano,
sigo diciéndole, no me salgo de esta vida porque a mí ya me tienen fichado,
pero malparido usted solo tiene once años, el cabron me seguía peleando, en algún
momento me lleno de ira, lo golpeo varias veces, me responde y saco el
cuchillo, estuve a punto de apuñalarlo pero me contuve, lo tire al piso dándole varias patadas, repitiéndole, que se
salga de este mundo chino marica, me devuelvo para mi casa.
Me embargan todos estos recuerdos, tengo dieciséis años, mi
hermano nunca me hizo caso y casi lo matan, se retiró de la competencia,
ahorita no está juicioso pero está con nosotros, mi madre la mataron hace un
año por culpa de mi hermano, por las liebres que lo seguían, me levanto del
mueble, alistándome para salir ha hacer una de las vueltas importantes de la pandilla, el sabio no la encomendó a las
cinco personas de confianza, el jefe ya no delinque, solo manda, salgo de mi
casa encomendándome a la virgencita, bajo las escaleras, me subo a la moto, van
dos motos y un carro, cruzamos casi toda la ciudad, esperamos casi media hora
que pasara el objetivo, pasa una camioneta blanca, esa es, arrancamos las
motos, cambia el semáforo, la camioneta disminuye la velocidad, mi objetivo es
matar al conductor y aun escolta mientras la otra moto asesina al escolta
restante y al duro, sacar el dinero, darme una parte a mí y arrancar, más adelante
encontrarnos con el carro, echar el dinero y perdernos, así fue, la moto paso
por el primer escolta, saco la mini uzi, lanzo la primera ráfaga matando al
escolta e hiriendo al conductor, no pude observa el rostro del escolta, pero el
del conductor si lo tuve de frente, le solté casi quince pepazos quedando su
rostro casi irreconocible, era una mancha roja con globos de aire que salían de
su boca, es hermoso, hicimos como era el plan y nos fuimos, llegamos al punto
de encuentro, arrancarnos para el barrio, estacionamos en uno de los escondites
de este, cada uno subió a su casa, estaba abriendo la puerta cuando gritan,
usted sabe mucho ya es hora de que se retire hijo de puta, ahora si quien es el
que va morir perro, me volteo recibiendo cuatro disparos en el cuerpo, mirando
fijamente a mi hermano, me derrumbo hacia las escaleras, veo pasar todos mis
recuerdos, es hora de pagar los delitos.
Edinson era la mano derecha del sabio, Antonio recibió órdenes
del sabio y ahora es la mano derecha del cabecilla.
SI LES GUSTAN LOS ESCRITO POR FAVOR DIFUNDAN ..... MUCHAS GRACIAS.....
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