Al filo del desahucio, despidiéndome de todo de lo que me rodea, colocando el punto que finaliza mi ultimo escrito, miro alrededor viendo la soledad acobijandome y dándome el ultimo beso que me genera calidez en esta fría situación, espero que todo salga bien sin ningún contratiempo, deseo no quedar en la mitad del viaje y ser una carga mas complicada de lo que he sido para las personas que no desean que desfallezca, acepto las ultimas lagrimas como sinónimo de vida, a listo el utensilio que iniciara este supuesto viaje, respiro profundamente con miedo esperando lo que me espera al otro lado, ya es hora, si no lo hago ahora nunca lo haré.
En medio de la nada, el silencio atornilla la desesperación a mi ser, la angustia sobresale situacionalmente por todas las responsabilidades acumuladas por la imbécil posibilidad de no dejar de procrastinar, el destino cansado de mi mal aprendizaje me juzga nuevamente castigándome con la ansiedad de qué diablos iré a hacer?, ya que por casualidades de la vida todos mis electrodomésticos dejaron de funcionar, que mierda pasa con estas maricadas?, mi cabeza se pregunta una y otra vez tratando de controlar el impulso para que mi voz no expulse un grito de auxilio, miro mi laptop, le hablo como si fuera algo viviente que pudiera comprender el estado en el que me encuentro, rezo mirando al techo pidiendo que todo deje de pasar a pesar de no creer en un Dios, después de un minuto la impaciencia hace su aparición, cojo dicho aparato dándole varios golpes esperando que comprenda que lo necesito más que nunca, ha esta hora de la noche nada me puede salvar, alguien se asoma preguntando qué me
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