Era la noche de un sábado cualquiera donde el deseo de
divertirse con amigos y olvidar las penas cotidianas eran prioridad, esperaba
impacientemente a que mi mejor amigo saliera con su novia del conjunto
residencial donde habitaba, mientras
tanto dábamos tiempo para que los del parche llegaran al sitio donde me
encontraba, era aquella tienda donde la señora nos trataba como a sus propios
hijos, el plan era ir al bar de siempre, el cual lo apodábamos la oficina porque
pasábamos más tiempo allí que en nuestros propios hogares, después de unos
minutos empezó a llegar la gente, saludos iban y venían, charlas pasajeras se
asomaban para malgastar el tiempo de espera, treinta minutos después vemos
salir a Camilo y su novia del parqueadero del edificio, ya solo faltaban Adrián
con su novia y Darío con su hermana que al parecer llegaban todos juntos ya que
vivían relativamente cerca, en el sitio
ya nos encontrábamos seis de la decena de locos que con el paso del tiempo nos
convertimos en familia, recibo la llamada de la hermana de Darío diciéndome que
si nos parecía que hoy cambiáramos de rutina, en vez de ir a blood bar porque
no íbamos a una discoteca que en ese tiempo estaba en boca de todos por el
nivel de rumba que daban, simultáneamente les pregunto a los demás sabiendo que
la mayoría no iban a aceptar ya que no nos gustaban los planes de improvisto,
pero esta vez más de la mitad del grupo estuvo de acuerdo, cuadramos que nos veríamos
en la entrada del sitio, cuelgo y empezamos a mirar quienes se iban a ir en los
distintos taxis, como era de esperarse me voy con Camilo y su novia, entretanto,
José, Luis y Dante se iban en el otro vehículo para menguar el gasto del viaje,
en el camino Camilo bromea que ojala por fin yo pueda conseguir una chica esa
noche, ya que llevaba más de un año sin estar con alguien, a lo cual siempre le
sacaba el quite con la misma respuesta, usted sabe que yo no soy de esos que se
come a cualquiera, Juliana sonreía diciendo, parestas tú, un neurótico de máximo nivel, las risas se asomaban
demostrando el nivel de confianza que había, después de unos cuarenta minutos
llegamos al lugar, al bajarnos vemos que los que habían cambiado de plan ya
estaban en la entrada, detrás de nosotros llegaron los demás, nos saludamos
unos con otros, Patricia la hermana de Darío me dice, listo para disfrutar la
noche parejo, afirmo con la cabeza, ya que con ella siempre hubo un buen
feeling y tú siempre lo supiste, hasta
el punto de que me celabas con ella, pero bueno, entramos a la discoteca,
pedimos el mismo trago de siempre que rendía para tantas bocas sedientas de
olvidar los problemas de la semana, ese mismo que a ti no te gustaba por el
sabor amargo que tiene, comenzamos a bailar, después de casi una hora decidimos
sentarnos con Patricia, al llegar escuchamos a Dante diciéndole a Luis de que
era hora de empezar la cacería por que no soportaba más oír a José quejándose
por el fin de su relación hace semanas,
hablaban de un grupito de cinco chicas que estaban al final del salón del cual
yo ni me había fijado, pasaron unos minutos y Dante toma la iniciativa
diciéndome, marica ahí lo dejamos con José, pilas con el man, entre risas le
contesto, fresco que ese man no se mata hoy, se ríe yéndose y Luis a la pata, José
casi a punto de llorar comienza con las recicladera de ideas, Darío me miraba
con cara de cansancio ante la repetidera del entusado, diciéndome, parce nos echamos
un cigarro?, aceptando la invitación, le comentamos a Patricia y nos levantamos
hacia las afueras del recinto, en el camino nos reíamos porque habíamos dejado
embolatada a mi pareja de baile, mientras nos fumábamos el cigarrillo nos
deleitábamos de las mujeres que apenas iban llegando a la rumba, después de
unos ocho minutos decidimos entrar, al llegar a la mesa nos dimos cuenta que Patricia
se había cansado de la dolencia de Luis y que lo había obligado a bailar, de
repente veo a la chica con la que estaba Dante, inmediatamente me flechaste, no
puedo olvidar ese día, estabas con un vestido oscuro, tu delgadez te hacia ver
como una princesa en el lugar equivocado, le digo a Darío, marica mire a la
pelada con la que esta Dante, esta hermosísima, malparido siempre consigue a
las mejores viejas, Darío suelta la risa diciendo, pues esta bonita pero
póngale cuidado que la vieja no le va hacer caso, lo miro respondiéndole, es lo
más posible, ese pica y pica y siempre se va con la más borracha por que la que
no lo está no acepta irse con ese hijueputa, nos reímos sabiendo que Dante es
un buen tipo pero es el típico tumba locas que repele a las mujeres con sus
actitudes, dicho y hecho, no fuiste capaz de aguantártelo por más de tres
canciones, devolviéndose como siempre a la mesa, diciendo, esa vieja cae por
que cae, nos mirábamos con Darío sabiendo que eso no iba hacer así, después de
unas cuatros canciones la mesa se llenó de todos los del parche, algunos
tratando de tomar aire para seguir con la rumba y otros bebiendo a lo que nos
diera la garganta para poder cumplir nuestro cometido, no recordar nada al otro
día, después de media hora hablando mierda decido ir al baño, teniendo que pasar
por la mesa en donde te encontrabas, estando en el orinar se me ocurrió la idea
de sacarte a bailar, solo quería saber cómo eras y si había alguna posibilidad
de conocerte, dicho y hecho, al salir del baño tome la iniciativa y me acerque
a la mesa donde te encontrabas con otra amiga mientras las otras bailaban, te
mire diciendo, disculpa, quisieras bailar un rato, recuerdo que me miraste de
pies a cabeza, como que no tenías ganas de aceptar mi invitación pero como tú
misma me dijiste una vez, pensaste que era igual de pesado que Dante, al final
aceptaste, ese momento nunca se me olvidara porque allí fue donde mi vida
“solitaria” cambio totalmente, te acuerdas que en una sola canción supimos todo
de cada uno?, te reías sin parar de bailar de las ocurrencias que te decía, de
las mofas que hacia sobre Dante y demás locuras que se me ocurrían, en la
segunda canción te propuse que me acompañaras a fumar para hablar un poco más
tranquilos a lo cual tu nunca dudaste la respuesta, al salir se nos pasó el
tiempo, cigarro tras cigarro se iban las horas y ni tu ni yo nos dábamos cuenta
de aquello, hasta que salieron tus amigas diciéndote que era hora de irse, allí
nos percatamos que llevábamos más de dos horas hablando, tú me diste tu número
y allí quedo todo por esa noche, semanas después salimos en varias ocasiones,
al mes de salir decidimos entrar en una relación donde tu dudabas de mi lealtad
pero poco a poco te diste cuenta que realmente te amaba y que me ibas a cambiar
el mundo, al año decidimos irnos a vivir juntos, recuerdo esa noche, tú en mi
cama, me miraste diciendo, amor que dirías si te digo que nos vayamos a vivir,
nunca se me olvidara esa situación, sonreí besándote y diciéndote, claro mi
vida, iré contigo hasta después de la muerte, mírame ahora acá cuatro años
después, sobrepasamos peleas fuertes, crisis existenciales de mi parte, crisis
laborales de la tuya pero siempre nos mantuvimos unidos, disfrutamos pocos
viajes por causas monetarias pero aquellos los disfrutamos como nunca, siempre
los llamábamos nuestras lunas de miel, las cuales fueron tres, pero todo se acabó
y contigo te llevaste mi vida, maldito conductor de mierda que no pudo dejar
las llaves después de una noche de copas, maldito seas Dios, te tiraste mi
vida, ahora no se cual sea mi rumbo, alguien me coge del hombro diciéndome, cálmate,
siéntate, llevas más de cuarenta minutos hablándole, me abraza, en ese momento
golpeo tres veces el cajón diciendo, maldigo a ese hijo de la gran puta, Dios por
qué?, dime por qué?, suelto en llanto mientras me desvanezco hacia el piso.
Sentado en un rincón en el lúgubre ecosistema de los
que estamos muertos en vida, con la mirada fija hacia esa botella que es la
única que puede dopar mi maldito dolor, un olor nauseabundo se pasea por el
sitio demostrando la dejadez corporal de cada uno de los que vivimos en ese
cuadrado de ocho metros por ocho metros, al fondo se puede oír la música de
cantina que hace que nuestros pensamientos se vuelquen sin tener un final, la
sensación de tus besos ruedan en mi mente sin poder recordar tu rostro, hace ya
dos años que te fuiste dejando un malestar en mi vida y volviéndome un zombi
que no desea volver a sentir, al marcharte de este mundo te llevaste mis
ilusiones, me despidieron del trabajo del cual era el sueño de mi vida y que tu
tanto guerreaste conmigo para que pudiera conseguirlo, pero si no estás tú nada
es importante, todos los días son iguales, ya ni sé qué fecha es hoy, mi rutina es la misma de siempre, salir de la
casa de mis padres a las nueve de la mañana y regresar a las cinco de la mañana
del otro día, el banco me quito el apartamento que era tuyo y mío por no tener
como saldar la deuda, mis viejos ya ni me reconocen, han intentado internarme
en un psiquiátrico por varias veces pero los intentos han sido fallidos, ya que
sin querer en el forcejeo los he golpeado varias veces, ya no me ven como su
hijo sino como un problema que está destruyendo a la familia, camino en esta
fina línea donde la muerte me está esperando, el frío golpea mi pecho mientras
dejo que mi cuerpo se deslice hacia el abismo, tranquila que estoy más cerca de
volver a reunirnos.
En el periódico más
importante del estado aparece en su tercera pagina el encabezado,
el viaducto nacional cobra otra víctima, Pedro de treinta y cuatro años se lanzó
esta madruga desde el emblemático puente, al parecer cometió este acto a causa
de la muerte de su cónyuge que falleció hace seis meses, sus familiares
dijeron al periódico que hace dos meses no sabían nada de él, la última vez que
pudieron verlo fue el día que salió del
psiquiátrico San Martín en el cual fue hospitalizado unos quince días por una
depresión mayor acompañada de una despersonalización, sus familiares expresan que Pedro no conocía a nadie y solo decía el
nombre de su expareja, dice la madre que se estuvo quedando con ellos por casi
dos días y que después salió de la casa y
no volvieron a saber de él, por parte del grupo de trabajo del periódico nuevo día le
deseamos paz en su tumba y fuerza a sus familiares.
LORDWOLF WRITINGS
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