Un ruido estremeció la paz de la casa inundandola de un sonido irritable, proclamando la mendicidad de la comunidad del barrio para que confíen en personas que se disfrazan de seres honrados, para así engatusar las necesidades del pueblo para obtener un bien propio mientras hunden cada vez más a aquellos que pudieron depositar su confianza esperando un bien común después de tantas injusticias que se convierten parte de la cotidianidad, el mensaje de aquel vehículo con megáfono era claro, poder insertar una idea de defensor de derechos para que los habitantes pudieran aportar su granito de arena para seguir hundidos en la oscura mierda que lleva arropándolos por años, tomando como herramienta una inundación continua de propagandas que logran el cometido cada cuatro años manipulando a las masas por medio del cansancio resultado por las inseguridades del estado, el carro pasa hasta cinco veces en menos de una hora desestabilizando la psiquis ya que su ruido no es agradable, la música adorna dicho discurso rutinario de cada uno de los supuestos representantes que quieren ocupar un lugar en los poderes políticos del país, después de ese domingo por casi un mes fue algo que se convirtió en una normalidad pasando al día hasta nueve comerciales andantes de distintas ranas aparentando ser príncipes con valores morales que representa a un líder nato, acompañando a dicha parafernalia imbécil se unen las reuniones diarias en los lugar representativos de cada sector ofreciendo mierda pintada de dorado para que el pueblo que sufre de algún retraso mental pueda ser manipulado por una felicidad efímera que es comprada por alimentos y bebidas alcohólicas, es tan común que las filas se han largas esperando un miserable plato de comida a cambio de 1.460 días sumergidos en una angustia constante para poder sobrevivir, ya que cada día aumentan el peso sobre sus espaldas esperando que la persona promedio caiga sin poder tener la alternativa de poder levantarse, pero de qué sirve que una pequeña parte del país esté consciente que entre más sea la espera va hacer más difícil de reponerse, si el porcentaje restante vive feliz tratando de ganarse la vida para poder comer algo mientras las deudas los siguen ahorcándolos haciéndoles perder la consciencia, es inevitable subirse a un transporte público sin escuchar todo tipo de personas de todas las edades adorando a los mismos marranos que hacen sus necesidades en esta porqueriza mientras los diminutos insectos se alimentan tratando de limpiar los desechos de su mundo inferior, lo peor es que la situación se irá complicando cada vez más mientras el pueblo se acostumbra que cada día que pasa el gobierno dirigido por actores profesionales saca alguna estupidez mas absurda que la anterior, creando una impotencia de los pocos que quieren un cambio logrando que pierdan la fe de que algún día esto irá a mejorar, dando constancia que después de cada elección política se sigue por el mismo camino de la catástrofe inevitable.
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