Sonaba a todo volumen;
Aquí Abajo
Donde estamos los decepcionados,
Llorar,
fumar,
tomar,
rogar,
Es casi necesario,
Así estoy yo,
¿Y cómo no?,
Si se me fue mi amor.
Ella lo repetía a todo pulmón mientras sus amigas sobaban su espalda y gritaban,
llora a ese desgraciado,
ten por seguro que el volverá,
tarde o temprano se dará cuenta del tesoro que perdió,
sus lágrimas no cesaban diciendo,
cómo es posible que ante todo el mundo yo soy la mala del paseo,
la tóxica,
la celosa,
la que lo aburrió,
cuando le di todo de mi e inclusive en los momentos en los que me estaba dando por vencida,
fue mi primer amor,
fue mi primer hombre,
fue aquel sujeto con quién soñé un futuro ante cualquier calamidad,
recuerdo esos días cuando salíamos a caminar por el parque,
extraño su mano sudada,
extraño sus dedos apretar con fuerza los míos cuando sentíamos que estábamos en peligro de ser atracados,
lo extraño,
el cree que esto es fácil para mí,
recuerdo esos ojos café claros cuando me miraban de frente diciéndome;
te quiero,
nunca te voy a soltar,
no sé te olvide,
pero fue todo mentira,
él decidió alejarse de mí cuando le suplicaba que no lo hiciera.
Lo extraño amigas,
abrazaba a sus comadres fuertemente,
continuaba diciendo;
lo peor es que me dice que aún me quiere pero no como mujer,
que no quiere que yo me le desaparezca de su vida,
quiere que seamos amigos,
no lo puedo soportar,
después de casi tres semana de haber terminado llega todos los miércoles y domingos a mi casa como si no pasará nada,
a contarme de las chicas que le están cayendo sin tener una pisca de empatía conmigo,
no puedo aceptar esto,
aún quiere que tengamos sexo,
yo deseosa de poder probar sus mieles pero no puedo aceptarlo,
de que sirve si solo es por pasar el tiempo,
más no por un deseo amoroso,
para que estar con la persona que quieres si el solo quiere meterlo y nada más.
Las chicas miraban las redes sociales siendo una puñalada más para aquel corazón destrozado,
la chica colocaba estados mostrando las botellas de amnesia selectiva,
la supuesta felicidad de estar soltera,
continuaba diciendo;
no puedo más,
llora desconsoladamente viendo una foto de su expareja con otra en una discoteca,
no aguanta la situación bloqueándolo de sus redes sociales,
las horas pasaban y la madrugada llegaba,
su celular sonaba,
hablaba un par de segundos,
mira a sus amigas diciendo,
chicas viene Ricardo para acá,
cuando llegue díganle que estoy en mi cuarto,
que suba mientras sus amigas hacían gestos de negación y brutalidad del estúpido corazón humano.
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