LAZO ENERGÉTICO ( Relato )

 Recuerdo tan claro esa primera vez que por cosas de la vida Instagram  me sugirió su cuenta, me parecieron curiosas sus pinturas, podía sentirme identificada con su locura artística, pero pues como soy no iba agregarlo ni mucho menos comentarle, solo un me gusta se deslizo por mis dedos, después de ello su cuenta me aparecía en todos los lados, me acuerdo que en esos momento subía su contenido muy seguido, era curioso ver su personalidad tan latente, me parecía genial la facilidad con la que dibujada, ya que mostraba la realización de algunos de sus trazos  por medio de video en esta red social, esa segunda vez le di dos me gustas, al otro día al levantarme me lleve una impresión al ver que me había mandado su solicitud de amistad, lo agregue para ver qué tipo de hombre era, ese mismo día hablamos llevándome una muy grata sorpresa, aun no puedo entender la química tan bestial que teníamos y bueno aun la tenemos pero es indescriptible las primeras sensaciones de ese día, me podía sentir segura, podía ser yo, aun me cuesta entenderlo, el caso es que seguimos hablando y todo se fue dando tan naturalmente que parece de película, para ese momento vivíamos en países distintos, no tan lejanos uno del otro pero estábamos separados, lo raro es que ni él ni yo éramos personas que les agradaba la idea de relaciones a distancia, pero las cosas fueron pasando poco a poco que cuando caímos en cuenta estábamos enamorados uno del otro, allí empezó nuestra travesía, las cosas ahí iban, como toda pareja tiene sus discusiones y sus problemas, la mayor dificultad era la diferencia del camino, el obviamente era mayor que yo por un par de años, pero su vida había sido muy ajetreada, bastante complicada mentalmente, tenía mucha experiencia para su edad, había abordado el mundo con tal locura que para ese momento ya estaba cansado del caos dejándolo todo, centrándose en sí mismo y en su arte, mientras yo era lo contrario, mi locura no era tan grande, mi experiencia era casi nula para mi percepción así el dijera lo contrario, entonces eso hacía que a mí me faltase cosas por mejorar ante mis relaciones ya que no había tenido muchas y el la paciencia no era su mayor fuerte, éramos muy iguales pero esa distancia de camino hacían que las cosas se complicaran, pero siempre se trabajó por hablar, comunicarse para solucionarlas, cada día aprendía más de él y me decía que le pasaba igual pero la verdad poco le creía en ese aspecto, pasaban los meses y llegaron las primeras crisis de pareja, los primeros celos, las primeras desconfianzas, volviéndose complicado, él pensaba que yo se la estaba jugando con otra persona, pero para esto había algo que complicaba la situación, su caos mental, era una persona inteligente, creativa, caballero, respetuoso cuando la ira no lo atacaba pero tenía un infierno mental muy grande, conocía el dolor psíquico tan a fondo que a veces esas experiencias y vivencias le pasaban factura, tengo que decirlo varias veces me canse y desee tirar todo a la mierda, pero había algo que no me dejaba, al mismo tiempo las ganas de mejorar por parte de él, puedo decir que era alguien muy persistente, no se vencía fácil para ese momento, siempre mantuvo la idea de que con querer y hablando todo se solucionaba, siendo este el mejor antídoto para las crisis de pareja, en ese instante cambia su forma de ser mejorando por completo, meses después vengo yo con mis inseguridades, ay que decir que él no tenía paciencia pero cuando yo las cagaba o me comportaba como él tenía una calma y no se enojaba como yo lo hacía, al final de tanto luchar llegamos a un intermedio, los meses pasaban y éramos felices, bueno no totalmente, faltaba ese roce de cuerpos, de miradas, de energías, con esfuerzo pudimos vernos la primera vez cuando llevábamos un poco más de un año, yo fui a su país, vivimos como tal dos meses y me devolví a mi país, al medio año el vino y se quedó tres meses y ahí decidimos irnos a vivir juntos, empezamos acá por un tiempo, después buscamos un país que nos gustara a los dos y nos embarcamos en esa aventura.

Al empezar nuestra travesía sabíamos que no iba hacer fácil pero había muchas ganas de que todo funcionara, en ese momento a él le estaba hiendo muy bien con sus pinturas y al mismo tiempo de vez en cuando dictaba clases virtualmente de su arte, de su carrera como ingeniero de sistemas y algunas de inglés, ya que lo hablaba por unos inconvenientes de su carrera que le había tocado tomar clases para poder graduarse, por mi parte trabajaba en una empresa como teleoperadora y terminaba varios cursos técnicos sobre fotografía que era lo que me apasionaba, al irse de su país para vivir conmigo tuvo varios inconvenientes con su familia respecto al mierdero que su cabeza poseía, pero esas diferencias conceptuales se fueron eliminando poco a poco, muchos dicen que son difíciles los primeros meses conviviendo con la pareja, por su forma de hacer las cosas, por sus costumbres, pero en nuestro caso no fue así, el único miedo que yo tenía era como iba a hacer cuando él tuviera esas crisis de oscuridad mental que fue una de las cosas las cuales me enamoro, era lo único, del resto todo fue muy bien, seria porque a pesar de no conocernos mucho de frente conocíamos los demonios del otro, así los llamaba él a las inseguridades y cosas que atormentan y molestan a cada ser humano, que si peleábamos a veces pero eran más las tonterías que hacía para hacerme reír que las peleas, e inclusive afirmo que habían más peleas cuando no estábamos juntos físicamente que cuando lo estuvimos, el me leía muy bien, muy pocas personas me conocieron tan bien que él, mientras tanto por mi parte siempre fui muy cerrada en darme cuenta de las cosas pero con él fue fácil porque tenía una debilidad que era su rostro, era muy multifacético, si estaba feliz se le notaba y si estaba triste o bravo aunque lo tratase de ocultar se le veía fácilmente, bueno eso sí solo conmigo, porque cuando estaba mal se ponía la máscara para que nadie notara su problemática, puedo decir que él fue lo mejor que me pudo haber pasado, los meses pasaban y la rutina nos empezaba a matar aunque cada día salía con algo chistoso, pero el encierro a pesar de que no nos gustara salir mucho nos estaba matando, yo me estaba volviendo más sensible cuando llego su primera crisis, lloraba por todo, andaba con rabia todo el día, no le podía decir algo porque reaccionaba mal en el ámbito de la respuesta, no dormía a pesar de que tomaba medicamento para dormir, dejaba de lado sus pinturas, daba las clases por obligación, de vez en cuando me daba cuenta que en la madrugada se paraba en la cocina llorando, le preguntaba que pasaba y no me contaba cuando en el pasado si lo hacía, él no me decía pero estaba segura que estaba pensando en el suicidio, así pasaron varios días cuando decidí que tenía que sacarlo de la casa y eso fue porque su madre me sugirió que lo hiciera, me toco rogarle que se afeitara, se arreglara, ya que su presentación personal estaba por los suelos, lo más impresionante era cuando se llenaba de rabia y se daba a golpes contra la pared como si matase a alguien, no, nunca me hizo daño y nunca pensé que lo fuera hacer, en ese aspecto tenía una línea muy gruesa en su mente que aseguraba la preservación del otro, la de el  no, recuerdo que al salir sus ojos se hinchaban de lágrimas y yo lo abrazaba diciéndole cosas que sabía que lo harían reír, fuimos esa vez a ver una película, el cine nos encantaba, al salir su presencia era distinta, recuerdo que íbamos por la calle en la noche, me agarro besándome y me alzo como un bulto y se puso a correr, en ese momento dije que había pasado al otro extremo afectivo, me bajo y se puso a molestarme y me puse a correr gritando de emoción mientras el iba detrás mío tratando de hacerme cosquillas, llegando a la casa había una canasta de basura de metal y no entiendo por qué resulto metido en ella haciendo una imitación de Oscar el gruñón, ya que yo le decía que se parecía a él, esa noche reímos como nunca, poco a poco las semanas pasaban y su estado se normalizaba, mi familia lo amaban, porque era alguien que se ganaba a la gente muy fácilmente sin ser lambón, su forma de ser cautivaba a todo el mundo, íbamos a cumplir casi dos años viviendo juntos y compramos una moto, maldito vehículo, a los 3 meses él se accidento partiéndose la cadera, sin poder caminar por un buen tiempo, ahí vi que el aguantaba las dificultades mentales pero las físicas lo jodían, no comía, lloraba por que no podía hacer sus cosas normales, empezó a decaer poco a poco, gracias a eso la relación fue en declive, no podía estar con él porque siempre era el cuento de que yo merecía algo mejor, empezamos a pelear más, dejamos la comunicación a un lado, sus padres vinieron a visitarlo y poco dejaba que se le acercaran, una noche me asome a la pieza porque él me había pedido que separáramos camas para que yo consiguiera otra persona que obviamente no lo iba hacer, solo le seguí la idea, encontrándolo con un cuchillo en su mano mientras lo pasaba por su garganta, ahí dije no puedo dejar pasar más.

Ahí dije; no puedo dejar pasar más, grito fuertemente y el suelta el cuchillo asustado entrando en un llanto desgarrador, verbalizando; maldita sea amor, no sirvo para nada, maldigo el día en que decidí comprar esa estúpida moto, ya no me queda nada, solo quiero morir e irme a descansar, necesito mis pies y aun no se recuperan, que voy hacer?, un pobre impedido que la gente está con el por pura lastima, ya no puedo, mátame, por favor mátame, al ver ese estado de frustración no puedo contener las lágrimas abrazándolo y llorando juntos, recordándole que ahí estaré siempre porque lo amo y por qué ha sido lo mejor que me pudo haber  pasado, le sugiero volver a terapia ya que la había dejado por que decía que no le estaban ayudando, pero esta vez fuimos juntos como pareja y aceptamos tomar terapia por separado, sus crisis seguían, sus llantos repentinos, sus impulsos de hacerse daño aún estaban pero se le podía notar en el rostro una mirada diferente, después de ese tiempo le hicieron otra cirugía en la columna y duro 4 meses más encamado pero en esta ocasión la frustración no era tanta, ya estaba pintando y estaba buscando la forma de poder venderlas y eso me alegraba, al mismo tiempo yo empezaba con mis primeros trabajos como fotógrafa, a pesar de su estado miles de veces él fue mi modelo, eso también nos ayudó a la relación, pasaron los meses y los doctores decían que para poder caminar bien tenían que pasar 24 semanas las cuales en realidad se convirtieron en 12 por el afán y entusiasmo que el tenia para volver a su vida normal, ya empezó a dar clases, en el momento que ya caminaba bien empezábamos a hacer nuestros papeleos para salir de aquel país que nos había dado una lesión de pareja, dejándonos un muy buen aprendizaje como la unión en momentos complicados, los papeles se demoraron algunos meses convirtiendo la estadía un poco más de 3 años en mi país cuando solo nos íbamos  a quedar dos, para todo esto sus crisis seguían pero ya no eran por las circunstancias si no por su estado neuronal, lo cotidiano para su patología, aunque ya estaba acostumbrada, no era raro verlo muy feliz, jugando, haciendo más de 4 cosas a la vez, molestándome, buscando intimidad excesiva, y de un momento a otro lloraba como si no hubiese un mañana, deseaba dejar este mundo, aunque intentara alegrarlo no funcionaba, a veces la frustración me hacía perder los estribos armando algún pleito y aún más cuando su estado de ánimo se tornaba irritable, ese era el peor, todo le fastidiaba y buscaba problema, cuando estábamos a distancia yo le seguía la pelea tornando unas crisis bobas, pero él siempre me decía que estando juntos sería diferente y así fue, ya al ver su rostro desfigurado uno sabía lo que sentía, viajamos y estando en aquel nuevo país las cosas iban normales, e inclusive ya hablábamos de posiblemente tener un hijo, y eso que ni él ni yo queríamos niños, pero bueno nunca sucedió, menos mal, no me hubiera gustado que mi hijo se criara con la situación de ahora, de un momento a otro empezó a cansarse mucho, se fatigaba con nada, sufría de mareos,  dolor en el pecho e inclusive vomitaba y en varias ocasiones nos parecía que llevara sangre con ello, pero pues al principio no le pusimos mucho cuidado ya que fumaba muchísimo, el decidió tratar de hacer deporte pero era imposible, en una ocasión se quedó sin aire y se desmayó, él se negaba ir al doctor pero como pude lo obligue, recibiendo la noticia de que tenía cáncer de pulmón con metástasis en varios órganos, el mundo se nos cayó, el entro aún más en depresión, las noches y días eran un martirio por el dolor que lo aquejaba, todas las noches le rezaba a dios de que hiciera lo mejor para él, que lo curara si se podía y si no que se lo llevara, así mi alma se partiera en dos, recuerdo una noche que no era capaz de respirar, lo lleve al centro médico y allí lo internaron, recuerdo que lo habían estabilizado y me dejaron entrar, me agarro la mano diciendo; gracias por todo mi vida, fuiste lo mejor que me paso, no te preocupes por mí, estaré bien, siempre estaré contigo, siempre te cuidare, eres el amor de mi vida acá en la tierra y fuera de ella, llorando le pido que no diga eso, le doy un beso, él sonríe y a los poco minutos cierra los ojos y comienza a temblar como si convulsionara, me sacan y después de una hora me dicen que ha fallecido, hice los papeles para que el cuerpo fuera trasladado, estuve con mis suegros unos meses y decidí volver a mi país, no podía volver al lugar que habíamos escogido los dos, no tenía sentido sin él, pero mira que han pasado casi dos años y siento que el sigue estando aquí, no me he sentido sola como cuando estábamos a distancia, he soñado con él y me ha dicho muchas cosas que en realidad han pasado, me ha advertido de gente que solo viene por interés, inclusive, hace casi un año soñé que me decía que era hora de que reconstruyera mi vida emocional así no quisiera, que yo tenía el derecho de ser feliz, e inclusive me hablo de ti, que te diera una oportunidad que le parecías un buen tipo, por ello te estoy contando todo, que sabía que te ibas a alejar pero después de esto volverías.

Terminaron la conversación y el hombre se fue un poco desconcertado por lo sucedido, se aleja por un par de días, el hombre sin conocer la expareja de la mujer que le agradaba bastante, soñó con este teniendo una charla corta pero amena, al otro día el hombre la llama y le pregunta cómo era el difunto, llevándose la sorpresa que si era aquel ser que habitaba como energía ya, saliendo con la chica nuevamente y teniendo una relación duradera la cual el resultado sería un niño que llevaría el nombre de aquel ser que los unió y que lleno de felicidad la vida de cada uno a su manera.