Mis manos tiemblan bruscamente
mientras mi cuerpo intenta aguantarse para no agrandar esta maldita ansiedad de
no poder quedarme quieto, respiro profundamente para poder tomar la fuerza
necesaria para poder relajarme y al menos soportar esta puta angustia que ataca
todo mi ser, ya no sé qué pasara, otro días más donde la locura ataca a esta
hora donde nadie se encuentra despierto, estoy solo y no hay nadie quien me
pueda ayudar, quien me pueda distraer, el ruido de mi llanto se extiende por
este apartamento en silencio, en calma, sin poder controlarme se escuchan
golpes siendo mi cabeza estampándose en la pared, grito desesperadamente
mientras mi gata me ve con curiosidad, acercándose y rozando su cuerpo en mi
piernas, como puedo la abrazo acostándome y perdiendo la noción del tiempo
quedando profundamente dormido por este cansancio mental.
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