El orden de nuestro caos junto a estas dos almas perdidas sedientas de amor, sedientas de paciencia ya que en nosotros eso carece como el oxígeno en el espacio, nuestros defectos se compactaron como un rompecabezas, haciendo una figura hermosa llena de altibajos pero al mismo tiempo repleta de ansias de salir del agujero negro que nuestros demonios nos depositaron por ser diferentes, en ti encontré esa compañera y amiga para abrazar, agarrar su mano y sentir seguridad en el descenso de este tobogán que llamamos camino, siendo para ti un apoyo incondicional para que el miedo a andar se fuera o se escondiera a mi espalda llevándote tranquila, feliz en la oscuridad que tanto nos acostumbramos a estar, no ha sido fácil pero cada día intentamos revocar cada uno de los muros que el destino construye para ponernos a prueba
En medio de la nada, el silencio atornilla la desesperación a mi ser, la angustia sobresale situacionalmente por todas las responsabilidades acumuladas por la imbécil posibilidad de no dejar de procrastinar, el destino cansado de mi mal aprendizaje me juzga nuevamente castigándome con la ansiedad de qué diablos iré a hacer?, ya que por casualidades de la vida todos mis electrodomésticos dejaron de funcionar, que mierda pasa con estas maricadas?, mi cabeza se pregunta una y otra vez tratando de controlar el impulso para que mi voz no expulse un grito de auxilio, miro mi laptop, le hablo como si fuera algo viviente que pudiera comprender el estado en el que me encuentro, rezo mirando al techo pidiendo que todo deje de pasar a pesar de no creer en un Dios, después de un minuto la impaciencia hace su aparición, cojo dicho aparato dándole varios golpes esperando que comprenda que lo necesito más que nunca, ha esta hora de la noche nada me puede salvar, alguien se asoma preguntando qué me
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